El Festival de Cine de San Sebastían sigue su curso y la Sección Oficial me ha dado bastantes sorpresas este año. Entre ellas está la película de la directora vasca Jaione Camborda «O Corno». Es el segundo largometraje de la directora donostiarra y nos lleva a la Galicia de los años 70. Exactamente nos encontramos en la Isla de Arosa y lo primero que nos muestra en escena es una mujer pariendo. A su lado tenemos a Maria, una mujer que le recomienda cómo apoyarse y qué hacer para poder dirigir el parto. Tras esta escena, la directora nos muestra cómo era la vida en la Isla de Arosa, antes de que se construyera el puente que actualmente une la isla con la península.

Maria trabaja mariscando en el mar y todo el mundo acude a ella cuando necesitan ayuda para dar a luz o de manera más clandestina, cuando necesitan abortar. Ella es una persona que tras trabajar cuida de la casa y si puede intenta disfrutar de las fiestas del pueblo. Un día se acerca la hija mayor de la mujer que hemos visto al inicio de la película pariendo. La niña le dice que está embarazada de 3 meses y que necesita ayuda. Maria le pide discreción y acuerdan hora y lugar para que le pueda ayudar. Maria trata con mucho cariño a la niña que le pide ayuda, pero el miedo de saber que están haciendo algo prohibido por la ley y el riesgo para la salud de ella se fija en la cara de Maria. Estas escenas me han recordado en parte a la película «L’événement» de Audrey Diwan basada en la novela de Annie Ernaux, aunque la película rodada en gallego no es tan cruda como la película francesa.

Tras el aborto y las fiestas del pueblo en la que Maria tiene una noche de amor con un mago que acudió a las fiestas, Maria recibe la mala noticia de que la niña a la que ha ayudado a abortar ha muerto y que ella está perseguida por la Guardia Civil. Una vecina le alerta del peligro que corre y le dice a Maria que se vaya a un bar que hay en la frontera con Portugal para que se vaya de Galicia.

Maria obedece a la vecina, recoge cosas en su casa para poder hacer el camino y se pone en ruta a la frontera portuguesa. La película tiene una historia muy interesante y toda la ambientación está muy cuidada para ello. Durante el camino de Maria vemos su cara de preocupación por lo ocurrido y por su futuro. Ella ha tenido que dejar todo por ayudar a una muchacha que necesitaba su ayuda, algo que hubiéramos hecho muchas si estuviéramos en su lugar. La película no se centra en el debate si el aborto está bien o mal, deja claro que es una necesidad de muchas mujeres que se han quedado embarazadas sin haberlo querido.

Otro tema que me interesa mucho es el tema de la frontera portuguesa – gallega. En esta frontera el contrabando de mercancías ha sido histórico y en los años 70 el paso de personas también se hacía de manera clandestina. Maria pasa en una barca acompañada de una prostituta que vive en Portugal, pero que trabaja en Galicia. Cada semana pasa la frontera en barco para poder trabajar de manera clandestina.

Si algo tiene esta película es sensibilidad y que conmueve de una manera muy sutil. La mayoría de personajes son mujeres y creo que es muy interesante mostrar los roles de las mujeres en las labores clandestinas. En esta película se muestra el cuerpo de las mujeres, como un cuerpo trabajador y sufrido. La mujer que trabaja en el bar es la que organiza que Maria pase la frontera a Portugal y es la que manda en todo. Me recuerda en parte a la protagonista del libro «Maddi y las fronteras» de Edurne Portela. Dudo que esta película pueda ganar algún premio, pero para mi es de las preferidas de la Sección Oficial y le deseo lo mejor.