Pocas veces he sentido la presión de ser madre. Hace tiempo que decidí que para mí no sería una oportunidad y que no me veía como madre. Voy a cumplir 36 años este mes y todavía tengo que escuchar las opiniones de los demás que nadie ha pedido. Cuando escucho frases como «tienes tiempo de ser madre» o similares me sobresalto, creo que es una falta de respeto opinar sobre una decisión tan personal.

Sobre las que son madres también se emiten opiniones muy rápido y la imagen de madre perfecta es la que se venera y se bendice. Para combatir esta imagen muchas mujeres se han levantado y han creado caminos para construir maternidades alternativas. No puedo entender sus vivencias y mucho menos dar una opinión injusta sobre ellas, pero es evidente que en la ficción se ha trabajado poco en torno a la maternidad y muchas veces nos hemos encontrado con imágenes cargadas de estereotipos.

Hay pocas películas o series que muestren problemas a la hora de ser madre y en los últimos meses me ha llamado la atención la película «Salve Maria» de la directora Mar Coll. El cartel llamó mi atención en primer lugar. La imagen del pecho de una mujer genera desgraciadamente controversia en la actualidad y el cartel que recibió el premio al mejor cartel en los premios Feroz, no sólo muestra el pecho de una mujer, sino que muestra la leche que sale de ese pecho. También tuvo que soportar la censura que hemos visto en los últimos años con los pechos femeninos la imagen en la que aparece la actriz Laura Weissmahr.

En esta película, el drama que supone la depresión tras el parto se transforma en un thriller. María tiene dificultad para exteriorizar los miedos internos. Mientras la protagonista cuida de su hijo una noticia turba su día a día: Alicia, una mujer francesa, ahoga a sus mellizos de 10 meses en la bañera. María se obsesiona con las posibles razones de esta mujer para ejercer este crimen. Cree que se ha arrepentido de ser madre, pero no tiene fuerzas para decirlo. Su pareja no le escucha y para entender sus sentimientos tiene la necesidad de encontrar a Alicia.

La película está basada en la novela «Amek ez dute» de Katixa Agirre y cuenta con una excelente adaptación por parte de las guionistas Mar Coll y Valentina Viso. En los premios Feroz recibió el premio a la mejor película y Laura Weissmahr recibió el Goya a la mejor actriz revelación. Hacen falta más ficciones que recojan las necesidades y sentimientos de las mujeres y que las madres no escuchen más opiniones crueles. La película de Mar Coll ha dado fuerza para marcar un camino en esta dirección.