¿Qué relación has tenido con tu madre? ¿Fue igual con tu padre? Si eres nacido en los años 80 y 90, tengo clara cuál es tu respuesta. La carga de trabajo de los padres siempre ha sido diferente. En los últimos años, aunque la lucha por la igualdad ha cambiado las cosas, las madres de hoy tienen más carga de trabajo en el cuidado de sus hijos y la situación en los 80 y 90 era aún peor. El director donostiarra Borja Cobeaga ha hecho una película extraordinaria que nos lo muestra.
En «Los aitas» encontraremos 4 padres bastante torpes. Es el año 1989 y sus hijas tienen una competición de gimnasia rítmica en Berlín. Viven a las afueras de Bilbao y no han hecho nada para cumplir el sueño de sus hijas. Cuatro hombres viven una situación similar, se han quedado en paro porque la fábrica está a punto de cerrar, su futuro es incierto y desconocen los gustos de sus hijas. En el momento en que las chicas están preparadas para hacer el viaje, sus madres tienen que quedarse en casa porque están mal. La alternativa no les gusta mucho, pero tendrán que viajar con sus padres. La profesora de las chicas es un personaje importante para llevar a cabo esta aventura. Es una mujer alemana que lleva 30 años sin ver a su padre porque vive en el Berlín oriental.
La película tiene un lema excepcional: «Padre ochentero, implicación cero». El humor característico de Cobeaga es la clave de esta película. Los actores Juan Diego Botto, Quim Gutiérrez, Laura Weissmahr y Sofía Otero son algunos de los protagonistas. La falta de cariño que las hijas sienten por sus padres se refleja en el personaje de la profesora.

El director donostiarra retrata a la perfección la situación sociológica de finales de los 80 en su último trabajo y en la película aparece un momento histórico que cambiará el final. Entrarán al corazón de la caída del Muro de Berlín en el autobús que tienen para el viaje. Tras muchos kilómetros, veremos si cambia la relación de hijas y padres. Pero ¿cómo ha cambiado la situación actual? Las madres siguen sufriendo muchas presiones para no ser «malas madres», pero los hombres todavía no sienten esa presión. Como hemos visto en la ficción, en «La Salve María» vimos la crisis de la maternidad, mientras que en «Los aitas» se toma a risa la falta de responsabilidad de los padres. Aunque hayan pasado 36 años desde 1989, todavía queda mucho por cambiar.