Tres recuerdos de mi juventud, largometraje de Arnaud Desplechin premiado en Cannes, nos presenta durante dos horas tres momentos de la memoria de Paul Dedalus. Este antropólogo y viajero de mediana edad recuerda la locura de su madre, una visita a la ex URSS y su primer amor: Esther, historia que eclipsa el resto de la película. El planteamiento es interesante, así como las diferentes voces que tejen la narración. Desplechin despliega todo un arsenal de citas, tal y como sólo una película francesa acostumbra a hacer : “Je me souviens” (“Me acuerdo”) es el leitmotiv del film, influenciado a buen seguro por el libro homónimo de Georges Perec.

Dedalus es también el apellido del personaje principal de la novela Retrato de un artista adolescente,  de James Joyce. Nuestro film resuena a dicha obra literaria: es una historia de aprendizaje en la que vemos cómo el personaje principal va construyéndose con y contra un mundo adulto y hostil. La película engarza a la perfección con la tradición cinematográfica francesa. Les 400 coups (Los 400 golpes de François Truffault), obra que se convertirá en estandarte de la Nouvelle Vague, narra las desventuras del pícaro Antonie Doinel, infancia del cual, como la de Paul Dedalus, transcurre sin tutela en las calles.

En resumen, la película contiene todo lo que se espera de una película francesa ambientada en el siglo XX: mujeres que pretenden ser Brigitte Bardot, conversaciones intelectuales sobre filósofos, clases en la Sorbona, referencias a escritores ingleses, jóvenes fumando constantemente y una densa  historia de amor adolescente. Recomendable la primera parte, no aguanta la tensión narrativa la segunda parte del largometraje.

[Trailer oficial: https://www.youtube.com/watch?v=bX9gogmJ5HE]

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Mayte Cantero Sánchez @maytecantero