La semana pasada pude ver dos películas que no había visto en el Festival de San Sebastian y que estuvieron en la sección cine vasco, de hecho, una de ellas se llevó premio Irizar a la mejor película vasca en esta edición. La primera fue Sipo Phantasma, que la pude ver en una sesión muy especial con música en directo en Koldo Mitxelena. Para ver Pedaló, me acerqué por primera vez al cineclub de Rentería Ozzinema. Las dos películas tienen un protagonista común, el mar.
El documental experimental de Koldo Almandoz te hace llevar a un mundo oscuro lleno de misterio dentro de un barco que al principio parece un simple crucero de vacaciones. La música en directo de Joserra Senperena e Ignacio Bilbao crearon un ambiente aún más misterioso para esta película en la que no suena ni una palabra, acercándonos al cine mudo en el que las letras y las imágenes nos contaban toda la trama. Sinceramente fue una experiencia a veces cansada ya que muchas veces la letra era algo pequeña y prefería leer los subtítulos en castellano a leerlo en euskera. A pesar de ello la propuesta de Koldo Almandoz es muy interesante, ya que aúna misterio, una historia escondida y un enfoque para abordarlo muy especial.
Pedaló también nos lleva a la mar, pero de una manera más alegre. Pedaló es la historia de tres jóvenes que deciden navegar desde Hendaia hasta Bilbao en una embarcación nada recomendable a priori, un pedaló. La idea surgió de Joseba, que propone a sus amigos hacer este viaje y Juan Palacios, decide hacer un documental sobre ello. El documental tiene una perspectiva desde a fuera, desde el punto de vista de Juan que nos cuenta como fue todo el proceso, desde la propuesta del viaje mientras el estaba en el frío Copenhague hasta como se sentía mientras sus amigos viajaban en pedaló. Creo que el premio Irizar estaba bien merecido, ya que el trabajo de Juan Palacios de visionar las más de 100 horas que tenía de rodaje y finalmente crear esta historia que dura algo más de una hora es un gran trabajo de síntesis.