En 1914 el archiduque Franz Ferdinand fue asesinado por Gavrilo Princip, miembro del grupo Joven Bosnia, movimiento cuyo objetivo era la emancipación de Bosnia de Austria-Hungría. Este atentado fue el inicio de la Primera Guerra Mundial y entorno al centenario de este acto se centra la última película de Danis Tanovic. En ese contexto tenemos dos escenarios en el Hotel Europa, el de los empleados del hotel y su director que afrontan una huelga y lo que ocurre en el tejado del hotel, un programa de televisión que habla sobre la efeméride histórica. 

La película nos deja en evidencia que el conflicto entre bosnios y serbios sigue vivo como podemos ver en la trama entre la periodista del programa de televisión y su invitado serbio. Bosnia – Herzegovina siempre ha estado en conflicto con Serbia y Croacia y eso hace que su situación político – económica sea complicada. De hecho, es uno de los países que más boletos tiene para entrar a la UE en caso de que decidan ampliar miembros debido a este conflicto, pero por el momento siguen a la espera. Esto también es paradójico para la película, ya que el título en España es Hotel Europa, se habla de la comitiva de la unión europea que está celebrando la efeméride y podemos ver la bandera de la UE en el hotel, pero Bosnia – Herzegovina no es parte de esa unión.

He leído varías criticas que comentan que la película es «una abrumadora alegoría de la Europa moderna», pero yo me siento muy alejada de esa Europa del Este desde nuestra Europa del sur occidental. A pesar de ello, la película es una intensa incursión en la historia de Bosnia – Herzegovina que me va a hacer investigar más sobre la situación e historia de los Balcanes.

La película muestra un director de hotel aferrado al Sarajevo de 1984 en la que se celebraron los Juego Olímpicos de Invierno, en el que los mejores atletas estuvieron en el hotel. El director usa todas las medidas que pueda para que la huelga no traiga problemas a sus huéspedes. La violencia es la respuesta, en una película en la que el uso de ella se hace de manera muy sutil, pero que es la clave de toda la película.

El trabajo de Danis Tanovic sigue siendo brillante, Tanovic nos atrapó hace unos años con ‘No Man’s Land’ en la que se criticaba la labor de los cascos azules en el conflicto de los Balcanes y ahora también lo ha vuelto a hacer.