Sí, hemos vuelto a Los Jueves del Trueba y esta vez hemos llorado. La noche prometía, Jon Sistiaga nos dijo que no íbamos a poder disfrutar de la película ya que las historias eran duras y así fue. Nacido en Gaza nos acerca a la perspectiva de los niños que viven en Gaza y que recientemente han tenido que sufrir una fuerte ofensiva israelí por aire. El documental ha estado nominado a los Goya y el trabajo de Hernan Zin y Jon Sistiaga lo merece.
Mucho se ha rodado y escrito sobre Gaza y Palestina, pero el relato tan cercano que han hecho Hernan Zin y Jon Sistiaga no lo había visto antes. La propuesta me parece valiente, acercarse a niños de Gaza que han sufrido los bombardeos. Todos han perdido a personas queridas y todos están destrozados psicológica mente. La película se aleja de sensacionalismos y no muestra las imágenes sangrientas a las que estamos acostumbrados a ver en la televisión. Se acerca a ese sentimiento de ser un niño en un país en constante ataque. Los niños no entienden el porqué, uno de los testimonios deja clara su confusión. Cuatro niños que sufrieron el ataque de un misil mientras jugaban en la playa a fútbol con otros cuatro amigos que fueron asesinados dicen “han matado a cuatro de los nuestros y nosotros estamos heridos, si nos hacen esto por jugar a fútbol que no harán cuando seamos mayores”.
Los niños quieren ser niños, el discurso en casi todos es el querer poder jugar libremente, sin miedo a encontrarse una bomba sin explotar o a que les alcance un misil lanzado por un dron. La mayoría de los niños, no pueden ir a la escuela ya que necesitan ayudar en casa para poder comer, pero les encantaría poder ser médicos, ingenieros agrónomos o pescadores. Esto último es casi imposible para los adultos debido a las restricciones impuestas por Israel en zona marítima.
La película deja un testimonio vergonzoso, ya que esta realidad está permitida por muchos agentes de la comunidad internacional que se ven obligados a no poder hacer nada debido al apoyo de Estados Unidos en la ONU. Pero el documental no entra en política, solo muestra ese horror y desesperación creadas en una generación de niños frágiles y adultos en sus palabras. Es bonito pensar que tal vez estos testimonios puedan ser pruebas para un futuro juicio en contra de Israel, mientras tendremos que seguir pidiendo a la comunidad internacional y a la ciudadanía israelí a que hagan algo para parar esto.