Es la primera vez que vengo a la Semana Internacional de Cine de Valladolid y tengo que decir que me ha sorprendido la programación que tiene, ya que es muy diversa. Una de las películas que he visto en la primera jornada de la Seminci ha sido ‘I hate New York’, documental de Gustavo Sanchez que se pudo ver también en el Festival de Cine de San Sebastián en la sección Made in Spain. En Valladolid también está en la sección Spanish Cinema y opta a la Espiga Arcoiris.
El documental nos muestra las vidas de cuatro activistas transexuales que llegaron a New York hace un par de décadas y cuentan su vida presente y pasada. La vida de todas está relacionada con la noche, los espectáculos y la música. Amanda Lepore, Sophia Lamar y Chloe Dzubilo son las artistas y las que más tiempo han vivido en New York. Aman la ciudad, por la libertad que les ha dado, pero también la odian.
El documental está rodado en diez años, desde 2007 hasta 2017. La calidad de las imágenes cambia y se nota la diferencia entre las cámaras usadas y los años que han pasado. La primera persona que conocemos es a Amanda Lepore, una mujer transexual que admite haberse apropiado de todos los estereotipos asociados a una mujer. Tiene pechos grandes, labios inmensos y vive siendo dominatrix y haciendo fiestas undergrounds. Es la más famosa de la zona. Sophia Lamar debe su nombre a la manera de huir de su tierra, Cuba. Ella salió en una lancha en la que casi muere, y fue el mar el que le permitió llegar a EEUU. Lleva muchos años en New York y su amor por el punk y rock le hacen vivir en la ciudad. Chloe Dzubilo puede que sea la más activista de todas, su trabajo musical fue muy reivindicativo y fue una gran luchadora por los derechos de las personas transexuales con SIDA.
Gustavo Sanchez ha hecho un documental muy interesante, que a pesar de la falta de calidad de fotografía, aporta una historia de una sociedad que se mantiene en los márgenes y tiene una vida llena de transgresión. Este documental se estrena el 9 de noviembre y espero que llegue a varias salas de cine.