Ya ha pasado la sexta jornada del Festival de Cine de San Sebastián y he podido ver la película ganadora en el Festival de Cannes, entre otras. La última película de Ken Loach me ha llegado directamente al corazón y creo que mucha gente de la sala ha sentido lo mismo que yo. ‘I, Daniel Blake’ denuncia la burocracia de la seguridad social británica acercardonos una realidad dura de ver. 

Daniel Blake es un hombre que sufre del corazón y tras un infarto sus médicos no le permiten trabajar. A pesar de ello, la seguridad social no le da una ayuda económica. En la oficina de la seguridad social Daniel conoce a Katie, madre soltera que tiene problemas para conseguir su ayuda de desempleo y dar de comer a sus hijos. Daniel y Katie se ayudan mutuamente en lo que pueden. Daniel arregla algunas cosas de la casa de Katie y ella intenta cocinarle lo que puede.

La película muestra las penurias que tiene que pasar estas dos personas para poder conseguir lo que es de ellos. Daniel tiene que inscribirse en la ayuda del paro y empezar a buscar trabajo, a pesar de no poder aceptar ninguno debido a su enfermedad. Ken Loach hace una crítica social al sistema que actualmente rompe el alma de mucha gente. Esto podría considerarse violencia de estado ya que hay gente que muere debido a que estas ayudas no llegan nunca. Loach sacude conciencias y muestra que la solidaridad entre personas es la solución a sobrevivir este tipo de situaciones. Entre Daniel y Katie se crea un vínculo de solidaridad en el que también están los vecinos y el jefe de Daniel.

Desde la mitad de la película he estado con el corazón en un puño y con la lágrima pegada a los ojos. La película denuncia esta situación tan injusta queriendo llegar al corazón del público y lo consigue. Creo que mucha gente puede sentir que no es imposible llegar a la situación de los protagonistas. Al salir del cine ha salido conmocionada y todavía llorando por lo visto. Loach ha hecho una gran película.